

Volvemos al teclado para escribir algunas líneas, en un mes de febrero que parece da signos positivos que la pandemia de Omicron Covid-19 va de baja.
En un recorrido por la Calzada de Amador, fue grato observar la llegada de turistas extranjeros y la reactivación económica de Panamá. Nuestro país es una nación de gente trabajadora y luchadora. Por ello, es maravilloso que el turismo comience a despegar, tras dos años de pandemia.
Por otro lado, preocupa el alza del combustible junto al encarecimiento de la canasta básica familiar. Ir ahora a cualquiera de los supermercados sale ahora más caro de lo habitual. De $30 a $50 en una sola compra. Y no es únicamente con productos de aseo, sino de alimentos.
Las autoridades panameñas del Gobierno de turno deben comenzar a ver la perspectivas de mejores políticas regulatorias ante el encarecimiento del costo de la vida, pues si apara aquellos que tienen ingresos o trabaja, qué será para quienes no lo tienen.
Y por supuesto, comienza a activarse la política criolla en Panamá. Vienen cambios notables en los principales partidos políticos. Y suenan desde ya, las aspiraciones de personajes reconocidos. Les recomiendo no fiarse en las encuestadoras brujas vendidas a ciertos medios afines al oficialismo o a un empresario reconocido, que solo buscan posicionar supuestas popularidades para marcar en el futuro.
Es muy temprano para decidir el destino del país, pero vale la pena estar a la expectativa ante lo que se nos viene. No fiarse de los falsos profetas y mesianismos emotivos que engañan al incauto. Prudencia ante todo, estimado lector..